martes, 25 de mayo de 2010
jueves, 24 de septiembre de 2009
Diario La Opinión
María Elena Aimar presenta “Trilogía” en el Centro Cívico
22 Ago 2009
La periodista y escritora María Elena Aimar presentará hoy su primera novela “Trilogía”, que ya fue presentada en la Biblioteca Nacional en Capital Federal, con la presencia del reconocido escritor Dalmiro Sáenz, quien la impulsó a publicar este libro. La presentación tendrá lugar en las instalaciones del Centro Cívico a partir de las 18 y contará con la presencia de integrantes del Centro de Escritores de Trenque Lauquen.María Elena Aimar nació en esta ciudad pero desde hace 16 años reside en Buenos Aires donde además de escribir desarrolla su profesión de periodista.A modo de adelanto, la escritora comentó que la historia tiene la característica de desarrollarse en un solo día, un domingo y está dividido en tres capítulos. “Es un libro en el que quise contar una historia de amor, es una historia de amor profanada, del protagonista, que profanó su propio sentimiento”, comentó la autora.Asimismo señaló que “el libro está dedicado a las mujeres, porque creo que tenemos mucho que ver con el origen de la violencia”, algo que se ve reflejado en la novela, en una madre que “generó la asfixia de una criatura convirtiéndolo en un hombre violento”.Además comentó que “el libro aborda temas como la violencia familiar y la muerte asistida, dos cuestiones de actualidad, aunque la violencia acompaña al ser humano desde antaño”.
Columnista en Radio NacionalLa periodista María Elena Aimar reside en Buenos Aires, donde está vinculada a una revista especializada en energía. Realizó cursos y seminarios y también el programa televisivo Mundo Energético. Desde 2005 participa en radio y en la actualidad tiene una columna en Radio Nacional, en el programa que conduce Enrique Vazquez. Cabe recordar que en Trenque Lauquen conducía el programa “Perfil Comprometido”
Fuente: La Opinión
22 Ago 2009
La periodista y escritora María Elena Aimar presentará hoy su primera novela “Trilogía”, que ya fue presentada en la Biblioteca Nacional en Capital Federal, con la presencia del reconocido escritor Dalmiro Sáenz, quien la impulsó a publicar este libro. La presentación tendrá lugar en las instalaciones del Centro Cívico a partir de las 18 y contará con la presencia de integrantes del Centro de Escritores de Trenque Lauquen.María Elena Aimar nació en esta ciudad pero desde hace 16 años reside en Buenos Aires donde además de escribir desarrolla su profesión de periodista.A modo de adelanto, la escritora comentó que la historia tiene la característica de desarrollarse en un solo día, un domingo y está dividido en tres capítulos. “Es un libro en el que quise contar una historia de amor, es una historia de amor profanada, del protagonista, que profanó su propio sentimiento”, comentó la autora.Asimismo señaló que “el libro está dedicado a las mujeres, porque creo que tenemos mucho que ver con el origen de la violencia”, algo que se ve reflejado en la novela, en una madre que “generó la asfixia de una criatura convirtiéndolo en un hombre violento”.Además comentó que “el libro aborda temas como la violencia familiar y la muerte asistida, dos cuestiones de actualidad, aunque la violencia acompaña al ser humano desde antaño”.
Columnista en Radio NacionalLa periodista María Elena Aimar reside en Buenos Aires, donde está vinculada a una revista especializada en energía. Realizó cursos y seminarios y también el programa televisivo Mundo Energético. Desde 2005 participa en radio y en la actualidad tiene una columna en Radio Nacional, en el programa que conduce Enrique Vazquez. Cabe recordar que en Trenque Lauquen conducía el programa “Perfil Comprometido”
Fuente: La Opinión
lunes, 22 de junio de 2009
domingo, 14 de junio de 2009
La Espera
LA ESPERA
Ha llegado el tiempo de esperar que aclare.
Siempre clarea, con mayor o menor intensidad.
Ese momento me quedo esperando.
Y al hacerlo me afirmo y me sostengo:
Desconozco bondades y generosidades,
Perdones y olvidos,
Sé de esperas y tiempos propicios,
De mañanas y de ayeres,
De ellos,
De vos y de mí.
Te encontré en la multitud, después de andar demasiado,
Lastimada y con heridas que llevo a flor de piel.
No me resulta fácil ni cómodo saber de mí.
Te percibí en la muchedumbre y me dirigí hacia allí.
Sólo fui buscando la revancha del amor.
Y estabas embriagándome para estimular lo mejor de mí.
Eras el artista que creaba la alegría y el mundo,
con mucho de nada y con poco de todo.
Viví con dicha el extensísimo placer de ser amada.
Aún estoy inmersa en esa gran extensión.
Quisiera mirarte, abrazarte, acariciarte,
Quisiera estar con vos,
Quisiera ser tu música y tu silencio,
Sin palabras, ni explicaciones, ni razonamientos,
Quisiera regalarte sin moños
el mundo de la sinrazón,
de lo inexplicable, lo inentendible, lo ilógico,
El mundo del maravilloso absurdo del amor.
Quisiera pero no puedo
porque puedo lo que vos querés.
En el espejo descubrí que miro estrellas lejanas,
que aparecieron las canas de la inocencia,
y las arrugas de la niñez,
que la mirada es cada vez más profunda
hacia un pasado que me observa
y un futuro que siendo sombra me acompaña.
Y en el espejo al descubrirme te ví
porque acá estás y así sos.
Y viendo quién sos y cómo estás
se hicieron frase estos acordes.
Sé de muchos signos,
de los paréntesis y abreviaturas,
De los puntos suspensivos, los dos puntos y la coma.
De las comillas, los guiones y los puntos.
Sé de los puntos que concluyen un capítulo
pero también sé de aquellos que terminan una obra.
Me pregunto entonces
¿Qué signo corresponde aquí?
Sólo espero mientras me afirmo y me sostengo
Porque sé también que cuando aclare lo sabré.
Marielena Aimar
Ha llegado el tiempo de esperar que aclare.
Siempre clarea, con mayor o menor intensidad.
Ese momento me quedo esperando.
Y al hacerlo me afirmo y me sostengo:
Desconozco bondades y generosidades,
Perdones y olvidos,
Sé de esperas y tiempos propicios,
De mañanas y de ayeres,
De ellos,
De vos y de mí.
Te encontré en la multitud, después de andar demasiado,
Lastimada y con heridas que llevo a flor de piel.
No me resulta fácil ni cómodo saber de mí.
Te percibí en la muchedumbre y me dirigí hacia allí.
Sólo fui buscando la revancha del amor.
Y estabas embriagándome para estimular lo mejor de mí.
Eras el artista que creaba la alegría y el mundo,
con mucho de nada y con poco de todo.
Viví con dicha el extensísimo placer de ser amada.
Aún estoy inmersa en esa gran extensión.
Quisiera mirarte, abrazarte, acariciarte,
Quisiera estar con vos,
Quisiera ser tu música y tu silencio,
Sin palabras, ni explicaciones, ni razonamientos,
Quisiera regalarte sin moños
el mundo de la sinrazón,
de lo inexplicable, lo inentendible, lo ilógico,
El mundo del maravilloso absurdo del amor.
Quisiera pero no puedo
porque puedo lo que vos querés.
En el espejo descubrí que miro estrellas lejanas,
que aparecieron las canas de la inocencia,
y las arrugas de la niñez,
que la mirada es cada vez más profunda
hacia un pasado que me observa
y un futuro que siendo sombra me acompaña.
Y en el espejo al descubrirme te ví
porque acá estás y así sos.
Y viendo quién sos y cómo estás
se hicieron frase estos acordes.
Sé de muchos signos,
de los paréntesis y abreviaturas,
De los puntos suspensivos, los dos puntos y la coma.
De las comillas, los guiones y los puntos.
Sé de los puntos que concluyen un capítulo
pero también sé de aquellos que terminan una obra.
Me pregunto entonces
¿Qué signo corresponde aquí?
Sólo espero mientras me afirmo y me sostengo
Porque sé también que cuando aclare lo sabré.
Marielena Aimar
Por Nada
Por nada
Por nada nos encontramos
Aunque algo escondía la nada.
Y por nada permanecimos
Aunque nada nunca fue.
En nada estabas pensando
Así dijiste mintiendo.
Nada estaba yo mirando
Afirmé mintiendo más.
Por nada vos me esperaste
Seguramente que no
Y por nada me dijiste
Que yo no pude entender.
Nada decimos a veces
Para ocultar la verdad
Nada no es nada entonces
Sino algo con mucho más.
Qué cosa tendrá la nada
Que entre nosotros floreó.
Que nada tiene que hacer
Pero presente se apareció.
Que no la tuvo en la Grecia
Una idea que allí no fue.
Que la nada ahí no vivió
Por eso de nada jamás se habló.
.
Así en aquella región
Ideas plasmaron todas
Por qué he de creer entonces
En aquello que allí no fue.
La nada nació después
Cuando alguien quiso explicar
Que había algo y no sé qué
Que nada quiso apodar.
En esta parte del mundo
La nada imagen connota
A la que recurrimos
Tan sólo por comodidad.
La verdad es que la nada
Vive en nosotros campante
Aunque es difícil pensar
En la nada que nada es.
Alguien escribió una vez
Que nada un cuchillo es
Al que se le perdió la hoja
Y que el mango se esfumó también.
Para presentar a la nada
De algo tuvo que hablar
Porque cómo explica que es
La nada que nada es.
Yo creo que nada vino
Para contradecir a todo
Y todo es raro encontrar
Como nada más raro aún.
Y si todo y nada no hay
Por qué la contradicción
Para qué generar embrollo
Si palabras suficientes hay.
Y si volviéramos atrás
Donde nada no existió
Que esto me lleva a pensar
Que algo de todo sin nada, está bien.
Pero volviendo a la nada
Qué habrán querido decir
Los que crearon palabras
Que sonidos sólo son.
Qué derroche de virtudes
Ponerse a inventar algo
Para llegar a la conclusión
Que nada tiene que ser.
Y qué entenderían aquellos
Que en sus culturas nada no es.
Si alguno de nosotros quisiera
Explicarle lo que aquí es.
Qué triste creer que todos
Llevan algo de nada en sí.
Cómo idea no la entiendo
Como frase menos aún.
Por nada luego decimos
Si alguien nos dijo Gracias.
Incorporamos respuestas
Con naturalidad de nada.
Sin saber qué respondemos
De nada decimos presto.
Ni por qué nos dicen gracias
Que tampoco nunca es bueno.
Nada no sé que es
Ni puedo explicármelo ya
Mas quisiera entender mucho
Para darle a nada algo que hacer.
Como nada de nada entiendo
No quiero nada pensar
Que sin nada vivo bien
Nadie reclama una nada.
Finalmente confesaste
Que por algo me esperaste
Y cuando definiste el algo
Claro que pude entender.
También dijiste que en algo
Te detuviste pensando
Y yo confirmé que algo
Del todo estaba mirando.
Por algo nos encontramos
Que no se escondió en nada.
Y por algo permanecimos
Que del todo siempre fue.
Al correr caminos juntos
Fuimos olvidando cómodos
A la nada que señoreaba
Entre nosotros porque sí.
Y con un poco de algo
Que se acopló a otro algo
Descubrimos que pudimos
Trozos de todo hacer.
Somos tan primitivos ahora
Que volteamos a la nada
Sustituir esa idea
Algún trabajo nos dio.
Sin nada vivimos bien
Y dormimos mucho mejor
Se fantasea con algo
Que fragmentos del todo son.
No sé cuando fue
Que la nada descubrí
Quizá por imitación
A mí se me vino a pegar.
Pero he resuelto vivir
Con algo del todo y más
Por eso es que de la nada
Desde hoy me he de olvidar.
Por nada nos encontramos
Aunque algo escondía la nada.
Y por nada permanecimos
Aunque nada nunca fue.
En nada estabas pensando
Así dijiste mintiendo.
Nada estaba yo mirando
Afirmé mintiendo más.
Por nada vos me esperaste
Seguramente que no
Y por nada me dijiste
Que yo no pude entender.
Nada decimos a veces
Para ocultar la verdad
Nada no es nada entonces
Sino algo con mucho más.
Qué cosa tendrá la nada
Que entre nosotros floreó.
Que nada tiene que hacer
Pero presente se apareció.
Que no la tuvo en la Grecia
Una idea que allí no fue.
Que la nada ahí no vivió
Por eso de nada jamás se habló.
.
Así en aquella región
Ideas plasmaron todas
Por qué he de creer entonces
En aquello que allí no fue.
La nada nació después
Cuando alguien quiso explicar
Que había algo y no sé qué
Que nada quiso apodar.
En esta parte del mundo
La nada imagen connota
A la que recurrimos
Tan sólo por comodidad.
La verdad es que la nada
Vive en nosotros campante
Aunque es difícil pensar
En la nada que nada es.
Alguien escribió una vez
Que nada un cuchillo es
Al que se le perdió la hoja
Y que el mango se esfumó también.
Para presentar a la nada
De algo tuvo que hablar
Porque cómo explica que es
La nada que nada es.
Yo creo que nada vino
Para contradecir a todo
Y todo es raro encontrar
Como nada más raro aún.
Y si todo y nada no hay
Por qué la contradicción
Para qué generar embrollo
Si palabras suficientes hay.
Y si volviéramos atrás
Donde nada no existió
Que esto me lleva a pensar
Que algo de todo sin nada, está bien.
Pero volviendo a la nada
Qué habrán querido decir
Los que crearon palabras
Que sonidos sólo son.
Qué derroche de virtudes
Ponerse a inventar algo
Para llegar a la conclusión
Que nada tiene que ser.
Y qué entenderían aquellos
Que en sus culturas nada no es.
Si alguno de nosotros quisiera
Explicarle lo que aquí es.
Qué triste creer que todos
Llevan algo de nada en sí.
Cómo idea no la entiendo
Como frase menos aún.
Por nada luego decimos
Si alguien nos dijo Gracias.
Incorporamos respuestas
Con naturalidad de nada.
Sin saber qué respondemos
De nada decimos presto.
Ni por qué nos dicen gracias
Que tampoco nunca es bueno.
Nada no sé que es
Ni puedo explicármelo ya
Mas quisiera entender mucho
Para darle a nada algo que hacer.
Como nada de nada entiendo
No quiero nada pensar
Que sin nada vivo bien
Nadie reclama una nada.
Finalmente confesaste
Que por algo me esperaste
Y cuando definiste el algo
Claro que pude entender.
También dijiste que en algo
Te detuviste pensando
Y yo confirmé que algo
Del todo estaba mirando.
Por algo nos encontramos
Que no se escondió en nada.
Y por algo permanecimos
Que del todo siempre fue.
Al correr caminos juntos
Fuimos olvidando cómodos
A la nada que señoreaba
Entre nosotros porque sí.
Y con un poco de algo
Que se acopló a otro algo
Descubrimos que pudimos
Trozos de todo hacer.
Somos tan primitivos ahora
Que volteamos a la nada
Sustituir esa idea
Algún trabajo nos dio.
Sin nada vivimos bien
Y dormimos mucho mejor
Se fantasea con algo
Que fragmentos del todo son.
No sé cuando fue
Que la nada descubrí
Quizá por imitación
A mí se me vino a pegar.
Pero he resuelto vivir
Con algo del todo y más
Por eso es que de la nada
Desde hoy me he de olvidar.
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