miércoles, 27 de mayo de 2009

Brindo

Brindo por vos y por mí.
Por vos que me abandonaste
Quizá por miedo al amor
Quizá huyendo al futuro.

Y por mí que abandonada
Pude en el dolor sufrido
Encontrarme y permitirme
Hacer lo nuevo que soy.

Abandonada me busqué
Sufriendo me encontré
Vos hiciste lo que pudiste
Y yo lo que pude hacer.

Vale un brindis
De aquellos que chocan copas
Con buen tinto
Por los dos.

Si me dieras la mano

Si me dieras la mano
Diciéndome vamos
Iría sin saber adónde.

Me dejaría llevar
Como niña tal vez
Que goza seguridad.

O quizá como mujer
Confiando que a buen sitio
Has de quererme invitar.

Tan sólo sé que lo haría
Para sentir la alegría
De tu compañía.

Y para estar
Al lado un rato más
Caminando a la par.

Y si andando, luego
Me propusieras pararnos
Ahí no más me detendría.

Sin preguntarme si debo
Si quiero o lo deseo,
Me nacería.

Por sentir el placer
De darte otro gusto más
Para saborear los dos al fin.

Como diciéndote que puedes
Invitarme a andar y vamos
Tan sólo porque dijiste.

O a detenernos y parar
Porque creíste mejor
Esa oportunidad.

Si llevándome de la mano
Entretanto la acariciaras
Mil ternuras vendrían.

De aquellas que brillo dan
A los ojos y la piel
Iluminando el ser.

De otras provocadoras
De sonrisas sin razón
Y picardías sin fin.

Si la calidez de la tuya
A mi mano entibiara
Fundida se pegaría.

Si por el contrario
Tu mano refrescara la mía
Solidificada allí se quedaría.

Si la mano me negaras
Cuando yo lo pidiera
Por necesidad.

Tan sólo para sentirte
Así no más porque sí
De la mano andar

Tanto me dolería
Que sin palabras
Ni gestos

Me escaparía
A un refugio cercano
Donde lloran los defraudados.

martes, 26 de mayo de 2009

Dices que debe ser difícil


Dices que debe ser difícil ser yo
No sé por qué lo dices
Pero me intrigó.
De tal modo
Que comencé
A hilvanar ideas varias
Que en el papel se pegaron
Con forma y modo de letra escrita.

Y pensando en lo que dices
Me puse a reflexionar
Una tarde tan solo
Para qué más
Si pensando
Nunca he podido
Llegar hasta tierra firme
Tan sólo nadando no más ha sido.
.
Quizá más difícil que ser yo
Sea difícil ser
Uno mismo.
Porque
Yo y uno son
Cuestiones complejas
Que en sillón del analista dejaron
Deshilachada y sin rollo la gran madeja.

Quizá lo difícil sea ser mujer en esta época
Tanto como ser hombre, pero
De esa condición no sé.
Si al fin y al cabo
Hemos mezclado los roles
Y a ser hombre varón no se aprende
Ni a ser mujer hembra tampoco, sólo alcanza
Con saber que hacemos bien aquello que mejor nos calza

Quizá lo difícil sea estar sola en este tiempo
Cuando uno comparte vida
Amortigua el devaneo.
Pero convivir
No es fácil en esta época rara
De confort, exigencias, carreras y trotadas
Que a cada uno dejan pasmado en su cansancio
Al punto de no poder ver que el tren de la vida pasa.




Quizá lo difícil sea estar muy enamorada
De quien al amor es esquivo
Tan sólo por confusión.
Cómo le explico yo
Que el amor da libertad
Si él cree que como gorrión
Enjaulado morirá y yo le digo que no.
Que el amor permite entre otras, a las alturas volar.

Quizá lo difícil sea mantenerse en un trabajo
Hay crisis en todos lados
Y una se queda sin él.
Inventarse otro
Es posible y hasta audaz
Que a veces la situación hace de una
La usina generadora de mil posibilidades
Propiciando que tan sólo una de mil llegue a ser.

Quizá lo difícil sea aceptarse sin conformismo
Hemos venido al mundo
Tan sólo para morir.
Y al morir viviendo
Cada día aprendemos a vivir
Si aceptamos esto que somos y mejoramos
Todo aquello que podemos, moriremos como sabios
Que mientras tranquilos murieron, cada día vida hicieron.

Quizá lo difícil sea mantenerse con sentido
Es tal el ruido y bullicio atronador
Que uno aturdido queda.
Los sentidos alterados
Se ve el olor y escucha el color.
Que solamente pretendo aplicar cada sentido
Y mantener sensaciones para vivir con sentido.

Quizá lo difícil sea aceptar las diferencias
Siendo uno y cada cual
Todo parece sencillo.
Pero está muy complicado
Esto de ser desiguales y distintos
Pareciera que algún molde de repostero
Ha quedado de modelo para fabricar enteros
Que a la larga son desiguales aunque se acepten o no.

Quizá lo difícil sea ser yo, tú y él
Y pretender a la vez
Ser nosotros
En sociedad
Y que el conjunto
Resultare muy valioso
Sumando identidades se obtienen
Los mejores asociados de toda comunidad.

Pero quizá
Nada sea difícil
Ni siquiera ser yo.
Porque todo puede ser fácil
Tan sólo con pretenderlo en empeño
Transparentando la cosa y hablando con sinceridad.
Si parece tan sencilla cada cosa natural
Y en ella, tan simplemente yo.

Quisiera

Quisiera elegir el día de mi muerte.
Un día no festivo para no contrariar a conocidos.
Un día de mediados de semana,
Para que sea un buen día de miércoles.

Quisiera elegir el lugar de mi muerte.
Sin verdes, ni flores; sin murmullos de gente, ni edificios.
Un lugar solemne, sonoro, majestuoso; un inmenso mar.
Que me envuelva y empape de sal para morir salitre.

Quisiera elegir quién me dará el beso de despedida.
Mis tres que me enseñaron a vivir
Vos, a quien aún amo
Julia mi amiga y mis dos hermanos.

Quisiera estar madura para mi muerte
Ni verde, ni pasada, ni seca; madura.
Harta de vivir y disfrutar,
De soñar y reír, de amar y recordar.

jueves, 21 de mayo de 2009

Cómo decirte

CÓMO DECIRTE

Como decirte así soy
Si cada día maduro.
Y me encuentra cada noche
Más fresca que el día de ayer.

Cómo decirte que sueño
Si creo no entenderás.
Mis sueños son sueños juntos
Caminando y a la par.

Cómo decirte que soy
Aquello que quiero ser
Tan sólo ser madre quise
Y madre tres veces fui.

Cómo decirte que quiero
Mundo correr y andar
Para ver en cada sitio
Gente que me ha de enseñar.

Cómo decirte que siento
Que una niña mora en mí
Si unos cuantos años tengo
Que ya no sé cuántos son.

Cómo decirte que te amo
Si no quieres escuchar
Aturdido en tu silencio
Mi voz siempre callarás.

Cómo decirte que creo
Que no hay mujer como yo
Que soy tan única una
Que tan sólo para vos.

Cómo decirte que deseo
Jugar y jugar con vos
Lo que propongas acepto
Disfrute siempre será.

Cómo decirte que siento
Ser tuya para siempre y más
Si no sé dónde encontrarte
Escondido sin avisar.
Cómo decirte que río
Tan sólo con una flor
Y que lloro como un niño
Cuando ella se marchitó.

Cómo decirte que tengo
De gusto cara de zonza
Dos faroles como guía
Y olfato de vieja zorra.

Cómo decirte que puedo
Comprenderte todo y aún más
Sos humano que no sabe
Más que humanidades hacer.

Cómo decirte que atrapada
La montaña me dejó
Su presencia portentosa
Señala mi pequeñez.

Cómo decirte que escucho
El canto del agua que fluye
Que mana, corre y escurre
Como el más puro sonido.

Cómo decirte que enternecen
Mis ojos al atardecer.
La bola rojiza que se cae
Impulsa mis emociones.

Cómo decirte que cada palabra encontrada
Como cada sonido escogido
Dan sentido y colorean
Cada instancia del vivir.

Cómo decirte que espero
Con enorme desilusión
Que el hombre aprenda a cuidar
Su planeta y lo que éste generó.

Cómo decirte que ansío,
También con desilusión
Que el hombre aprenda a guardar
Las guerras en libro de historia

Cómo decirte que sueño
Ver a los pobres felices
Si vivo en un retardado país
Donde cada día son más infelices.

Cómo decirte que sueño
Que no haya dios para nada
Y que a modo de religión
Sólo el respeto bastara.

Marielena Aimar

Paycarabí

Paycarabí

Paycarabí suena bien
Para un río del Delta del Paraná.
Pero a mí me suena mejor
Por ser nombre de mi ilusión.

Desde el Puerto de Tigre
Nos aprestamos a disfrutar
Sol y río en un escape
Del bullicio de la ciudad.

Para llegar hasta allí
Cargamos lancha completa
Por el Luján avanzamos
Con el viento haciendo frente.

Luján ancho y calmo
En mil derrames irriga
Con casas sobre pilotes
Que se asoman entre verdes.

Giramos al Capitán
Internándonos aún más
En esa belleza sin fin
De verde, azul, cielo y son.

Vivoreando camalotes
La embarcación deja huella
Estela blanca de espuma
Quebrada en ola que irrumpe.

De repente andando más
El Paraná de las Palmas
Boquiabierta me quedé
La belleza me pasmó.

Disfrutando lento lento
Lento avanzamos
Una mañana soleada
En el otoño de abril.

Por la ribera del este
Con precaución y respeto
El centro es para portentos
Como buques petroleros.

Para nosotros la orilla
Que nos permite ver más
Todo el paisaje atrapado
Los ojos guardaron en mí.

Bamboleando como en samba
Cruzamos el Paraná
Buscando encontrar allí
La boca del Paycarabí.

En la segunda sección
Ahí tranquilo aparece.
Con mesura y rebajando
Por el centro lo tomamos.

La flora tupida juega
Con el viento y las aguas.
El sauce llora sus ramas
En la orilla que las mece.

Los pecanes son el fruto
Del nogal que crece aquí.
Los pinos y sus mil variedades
Multitudes por doquier.

Después de amarrar al muelle
La lancha silencio guardó.
Cada paso pude dar
Al envión de la sorpresa.

Pavitas del monte ví
Que jamás imaginé.
Y hasta un carpincho cachorro
Huellas en barro plasmó para mí.

De vez en cuando un chasquido
En el agua supe oir
Al mirar embelezada
Peces saltadores vi.

Y a una nutria que aparece
De tanto en tanto porque sí
Como afirmando que quiere
Mostrarse astuta y vivir así.

Colibríes pico largo
Succionando flores bailan
En ágil danza del equilibrio
Invitando a rosarios de mil alegrías.

El día estira agotado
Y va despertando la luna.
Aparece blanca, pesada y llena
En un azul que oscurece.

Mil puntos brillantes más
Encendieron el techo todo
Que ocultos no se veían
Pero allí se guarecían.

Y comienza otra música
Que la natura prepara
Para cada atardecer
No hay mejor que esta velada.

La noche tiene otro sones
De grillos, ranas e insectos.
Que llega con fresco suave
Para encender unos leños.

Al amparo de la hoguera
Mis párpados bajos quedaron
Con el rumor de los leños
Fui despertando sueños.

Soñando creí vivir
A orillas del Paycarabí
Para gozar y sentir
La naturaleza así.

Marielena Aimar

2 de Octubre de 2008

2 de Octubre de 2008

Dos de octubre, fecha asignada que esperábamos.
Con emoción a flor de piel y ágiles en preparativos.
Al punto de quedar cansados por las noches,
Sólo deseando reposar para seguir después.

Bultos con recuerdos de niñez y adolescencia.
Libros y discos, fotos y mapas, cartas y juegos,
Embalados en cajas con prolijidad selladas
Cual hormiga que en verano almacena para invierno.

Donde fuera tu pequeño dormitorio juvenil
Acomodadas y en pilas ordenadas quedaron.
Si supiera cada cosa los mil recuerdos que evoca
Y los pedazos de vida que cada una convoca.

Depositado aquello que aguardará, quizá años.
Seleccionamos aquello que llevarás en tu valija.
Ropa de abrigo, calzado, una frase como estrella,
Y una guitarra blusera que entre manos sostendrás.

Llegó el jueves 2 de octubre, fecha asignada.
Hacia el aeropuerto fuimos una multitud de seis.
Compartiendo cada instancia entre risas y caricias
Nuestro tiempo detenido en un enorme salón.

Hijo te vas, ya partís, chau, hasta siempre.
Viví intenso, que sólo así la vida se justifica.
Luchá fuerte, que sólo así vencen los vencedores.
Y disfrutá grande para engrandecer espíritu, vida y sueños.

Tu destino estás forjando, has aprendido a volar.
Cuidá tu espalda y tu frente. La mirada siempre allá.
Extrañarás familia, amigos, tu banda y el barrio.
Tomá la guitarra y cantá, siempre un blus aliviará.

Cuando el reloj marcó las cuatro y cuarto
Los brazos estrechamos en largo silencio fundido.
Te vi partir siendo hombre,
Hijo que ayer no más, acuné en mi regazo.

Se quebró mi voz para decir “te quiero”
Se nublaron mis ojos sin saber por qué
Se anudó mi garganta y apenas
Pudo mi mano levantada decirte adiós.

Cumplí tu sueño, hijo grande.
Tu felicidad es mi gozo y consuelo.
Montañas de suerte te invoco.
Orgullo de madre siento.

Hacia allí quisiste ir, la Facultad de tus sueños.
La cuna de aquellos grandes que revoluciones hicieron.
Y que al Derecho dejaron aquello que derecho es.
Aprendé soñando mucho que los sueños semillas son.

Un océano nos separa
Y los recuerdos nos unen.
La distancia no es distancia
Cuando el amor es amor.

En mis emociones vivís
Y en mis silencios latís
Ahora sé que ser madre
Comprende verlos partir.

Te esperaré cada año
Siendo el hombre que niño vuelve.
Te visitaré cada invierno
Viendo al niño que hombre es.

Mi Credo

CREO

Creo en el amor como el gran generador,
Y en la paz como equilibrio que permite.

Creo en mis antepasados que me enseñaron,
Y en mis fuerzas que me permitieron.

Creo en mis lágrimas que me humanizan
Y en el placer de una sonrisa compartida.

Creo en la injusticia de la pobreza
Y en el despilfarro de la riqueza.

Creo en mis realidades a veces agobiantes,
Y en la eternidad a quien le ofrendé mis hijos.

Creo en las palabras para decir lo verdadero
Y en los silencios para callar las razones.

Creo en lo efímero como burbujas de tiempo
Y en el arte como filosofía de humanidad.

Creo en la crueldad de los hombres fuertes
Y en la simpleza de todo acto trascendente.

Creo en el trabajo como herramienta
Y en la libertad como gran locomotora.

Creo en el optimismo como remedio
Y en el hogar como el mundo más apto.

Creo en los niños porque saben todo
Y en los animales porque nada saben.

Creo en la sana locura que genera ideas sabias
Y en ninguna ley que la tradición me dio.

Creo en la aristocracia del alma
Y en cada oportunidad.

Creo en aquellos días que suenan con radiantes soles,
Y en noches que se apagan con estrellas desgranadas.

Marielena Aimar